El significado de la palabra matrimonio no será el mismo después de que el presidente Biden ponga su firma en la descaradamente llamada “Ley de respeto al matrimonio”. Respetar el matrimonio significa honrar la unión ordenada por Dios de un hombre y una mujer, y esto es todo lo contrario a lo que poderosos activistas y políticos quieren hacer a través de esta ley.
El Senado de Estados Unidos aprobó el martes el proyecto de ley que requiere que todos los estados reconozcan a la mayoría de los matrimonios y que los consideren legales, siendo la poligamia, la única excepción.
El proyecto de ley da excepciones para las iglesias y otros lugares de culto, pero no para otras organizaciones religiosas. También amenaza la condición de exento de impuestos con las que cuentan tales organizaciones. Esta ley también es una gran amenaza para profesionales creativos religiosos como fotógrafos de bodas, panaderos y diseñadores.
Teníamos la esperanza de que una enmienda diseñada para proteger la libertad religiosa y aquellos que sostienen una visión histórica y bíblica del matrimonio fuera aprobada por el Senado.
La enmienda que propuso el senador Mike Lee establecía que el gobierno federal no puede discriminar basado en el concepto que se tenga sobre el matrimonio, ya sea del mismo sexo o tradicional.
Pero los activistas a favor del movimiento LGBTQ gritaron: “Nos estamos conformando con migajas”, y los políticos hicieron caso a este movimiento que no está satisfecho con codificar el matrimonio entre personas del mismo sexo en la ley federal sino que exige el cumplimiento absoluto, sin importar los valores cristianos. La enmienda falló en el Senado.
La llamada “Ley de Respeto al Matrimonio” va más allá de la decisión de la Corte Suprema en el caso Obergefell, que fundamentalmente legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo en todo el país. Esta ley del matrimonio desea poner a la par el matrimonio entre personas del mismo sexo con el matrimonio interracial. Algunos expertos legales advierten que este es un paso clave en el esfuerzo para que eventualmente se compare a la disidencia del matrimonio entre personas del mismo sexo con el racismo, lo que inevitablemente abrirá las puertas a una mayor represión por parte del gobierno.
Estamos seguros de que veremos más diseñadores en los tribunales luchando por sus derechos religiosos y de conciencia. La florista de Washington, Barronelle Stutzman, perdió su negocio; El panadero de Colorado, Jack Phillips, se encuentra en un estado perpetuo de litigio para salvar el suyo, y ahora Lorie Smith se dirige a la Corte Suprema de los Estados Unidos la próxima semana en un esfuerzo por mantener el derecho que la constitución le da para vivir y trabajar de acuerdo con sus creencias profundamente arraigadas.
El proyecto de ley fue aprobado en el Senado por una votación de 61 a favor y 36 en contra. La propuesta de ley se dirige nuevamente a la Cámara de Representantes de los Estados Unidos donde recibirá una votación final la próxima semana. Nosotros te mantendremos al tanto de lo que suceda con esta propuesta de ley.