Si tuviésemos que analizar el movimiento LGBT desde una cosmovisión cristiana, es seguro que podríamos exceder fácilmente nuestros cinco minutos, pues tendríamos que incluir la creación y el diseño de Dios, Su amor, Su plan de salvación, el pecado, la corrupción y la redención. Y apenas estaríamos comenzando. Es un tema complicado y polémico. Y estas son unas de las razones que muchos prefieren eludir el tema o terminan simplemente cediendo. Algunos se escudan en nombre del amor y su narrativa termina pareciéndose como una afirmación que ignora el hecho de que amar a nuestro prójimo requiere hablar con la verdad.
Nosotros estaremos abordando el tema todo este mes para darte los recursos necesarios para que tu puedas formar una respuesta bíblica al mes del orgullo. En esta ocasión te queremos dar algunos consejos prácticos y recursos.
Lo primero que debemos considerar es que la forma en que abordamos el tema LGBT debe honrar a Dios primeramente, aun si el mundo lo llama “odio”. Jesús nos advirtió acerca de esto (Juan15:18-21; Lucas 6:22). Y debemos tener cuidado en no caer en la mentira de consentir comportamiento que no agrada a Dios por miedo a las repercusiones.
También debemos saber distinguir entre los que están atrapados en las mentiras del movimiento LGBT y el movimiento en sí. Hay quienes celebran el estilo de vida gay y promueven activamente la confusión de género en las escuelas, en los medios de comunicación y entretenimiento, en la política y expresamente en los niños pequeños.
Recursos para considerar
1) El Centro de Ética y Políticas Públicas (EPPC por sus siglas en inglés) publicó un artículo (en inglés) que habla acerca de la importancia de tomar en cuenta la perspectiva bíblica del mes del orgullo seriamente y todo lo que conlleva. Este articulo propone un experimento mental que nos desafía a considerar la demanda de amor que se nos imponen con respecto a la comunidad LGBT, y cómo esa misma demanda se vería muy diferente si lo exigieran personajes no tan agradables. También nos ayuda a reconocer quiénes son las víctimas y a saber cuál debe ser nuestra respuesta. Esto es muy importante, especialmente en este momento en que los menores son asechados por drag queens, donde se ven obligados a cuestionar su género aun antes de que puedan hablar y son persuadidos por figuras de autoridad a alterar irreversiblemente su sexo. Te invitamos a leer el artículo publicado originalmente por el noticiero World (en inglés).
2) Rosaria Butterfield publicó un podcast (en inglés) con el tema “La respuesta que los cristianos deben tener ante las mentiras de nuestra cultura”, donde ella desmiente afirmaciones y argumentos frecuentemente relacionados con la sexualidad y el género. Entre los que se encuentran:
- El sobrenombre de “cristiano gay” y por qué debemos rechazarlo
- La diferencia de aceptar y consentir
- Debo usar los pronombres preferidos si quiero mostrar respeto
3) En su podcast Steven Lawson y Burk Parsons exploran (aprende más en inglés) la difícil situación que muchos cristianos enfrentan cuando se les pide que asistan a una boda transgénero o del mismo sexo. Ellos tocan varios de los puntos ya anteriormente mencionados, como el orden creado por Dios, la diferencia entre el amor y la afirmación, la importancia de honrar a Dios por encima de todas las cosas y la verdad.
4) El año pasado Joseph Backholm escribió un artículo (en inglés) muy práctico en el que enumera 10 cosas que los cristianos deben recordar durante el mes del orgullo, que incluyen:
- Puedes amar ya sea como Dios quiere que lo hagas o como el mundo quiere que lo hagas, pero no de ambas formas
- Se supone que el ser cristiano es ser diferente (no debemos hacer o amar las mismas cosas que el mundo que nos rodea)
- No cedas en lo más mínimo (“El miedo al hombre es una trampa”)
Mientras reflexionamos en cómo responder al movimiento LGBT usando una cosmovisión bíblica, también es importante tener en mente cual sería el resultado si permitimos que esta poderosa agenda siga formando raíces y las repercusiones por hacerle frente. Pedimos tus oraciones por nuestra organización.