El miércoles de la semana pasada, la Corte Suprema de Estados Unidos (SCOTUS, por sus siglas en inglés) escuchó los argumentos orales en el caso United States v. Skrmetti, un caso que desafía la constitucionalidad de una ley de Tennessee, que prohíbe los tratamientos médicos experimentales en menores, como bloqueadores de la pubertad y hormonas del sexo opuesto. Aproximadamente la mitad de los estados tienen leyes similares.

Dependiendo de la amplitud del fallo de la Corte Suprema de Justicia, el caso podría tener importantes ramificaciones para las leyes que prohíben a los hombres biológicos participar en deportes femeninos y protegen los derechos de privacidad de las mujeres en los vestuarios y otras instalaciones privadas.

La ley de Tennessee

La ley SB 1 de Tennessee específicamente prohíbe a los médicos realizar cirugías o recetar tratamientos para permitir que un menor se identifique con un sexo diferente. Los tratamientos como los bloqueadores de la pubertad y la terapia hormonal siguen estando disponibles para usarse con propósito médico, como en los casos de niños que experimentan una pubertad precoz (temprana).

Estados Unidos v. Skrmetti

La Administración Biden y la ACLU argumentan que la ley viola la Cláusula de Protección Igualitaria de la Constitución de los Estados Unidos porque discrimina a las personas por motivos de sexo.

El fiscal general de Tennessee, Jonathan Skrmetti, responde que la ley restringe la conducta basada solo en la edad y el propósito médico de los tratamientos, no en el sexo. La ley impide que tanto los niños como las niñas reciban estos tratamientos.

Los tribunales revisan los casos en función de diferentes niveles de escrutinio. Si la ley discrimina sobre la base del sexo, entonces el estado tiene que cumplir con un estándar de escrutinio intermedio que significa que el estado de Tennessee debe demostrar que la discriminación sexual en la ley está sustancialmente relacionada con un propósito gubernamental importante. Si la ley discrimina en función de la edad, entonces el Estado tiene que mostrar una base racional basada en el propósito de la ley.

Claramente, la ley de Tennessee que prohíbe la llamada atención de afirmación de género que se aplica tanto a los niños como a las niñas, no es discriminación basada en el sexo. Tennessee tiene una base racional para promulgar una política que restringe el acceso a tratamientos que no están probados, no son científicos y son dañinos para los niños.

Audiencia de SCOTUS

Varios jueces se mostraron escépticos ante el desafío contra la ley de Tennessee que prohíbe tratamientos médicos experimentales como bloqueadores de la pubertad y hormonas del sexo opuesto para menores. Estos procedimientos irreversibles a menudo se imponen a los niños bajo el disfraz de “cuidado”, a pesar de presentar riesgos significativos.

El presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, destacó una cuestión clave: las decisiones sobre la regulación de las prácticas médicas deben recaer en los representantes elegidos por el pueblo, no en los tribunales, diciendo: “Tengo entendido que la Constitución deja esa cuestión a los representantes del pueblo en lugar de a nueve personas, ninguna de las cuales es médica”.

Mantener la ley de Tennessee protegería a los niños de intervenciones dañinas impulsadas por ideologías y afirmaría los derechos de los estados para actuar de acuerdo a sus mejores intereses.

Los jueces Alito, Roberts y Kavanagh enfatizaron que los países europeos se están alejando más de esta práctica al no permitir este tipo de atención. Específicamente, el juez Alito hizo referencia al estudio de Cass de que la llamada atención de afirmación de género no está probada aun y solo conlleva riesgos para la salud de los niños.

Ley de Arizona

Arizona prohíbe la llamada cirugía de cambio de sexo en menores, pero no restringe los bloqueadores de la pubertad ni la terapia hormonal. La ley respaldada por CAP para restringir esos “tratamientos” no quirúrgicos se quedó corta por un voto en el senado estatal hace unos años. Una ley respaldada por CAP que garantiza que los niños devastados por una transición médica dañina que quieran revertir los efectos de una cirugía de cambio de sexo, tengan derecho a cobertura de seguro y atención médica, fue aprobada por la legislatura, pero fue vetada por la gobernadora Hobbs a principios de este año.

El equipo de políticas de CAP está trabajando incansablemente para proteger más plenamente a los niños en Arizona en esta próxima sesión legislativa.

¿Qué pueden hacer los padres?

Podemos discutir las cuestiones políticas y legales todo el día. Muchos padres, sin embargo, están deseosos por encontrar la manera de ayudar y amar a sus hijos que están luchando con su sexualidad. Las influencias culturales de hoy en día se dirigen a nuestros hijos de muchas maneras diferentes.

Para obtener ayuda sobre cómo aconsejar o ministrar la verdad de Dios sobre la sexualidad humana, recomiendo estos dos ministerios de consejería: Melissa y Garry Ingraham con Amor y Verdad (www.loveandtruthnetwork.com en inglés) y Joe Dallas (www.joedallas.com en inglés). Ambos proporcionan asesoramiento y recursos basados en la Biblia.

 

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