El castillo de naipes transgénero se está cayendo, y es por eso que está en medio de un frenético juego de reforzamiento. Emily Kao es la abogada principal de Alliance Defending Freedom (ADF) y es la experta en el movimiento transgénero. Ella considera que el castillo de naipes se está cayendo (en inglés) y esto es evidente en la creciente incertidumbre que existe dentro de la comunidad médica estadounidense cuando se trata de “tratamientos” para niños con disforia de género; hay incertidumbre, no un cambio radical.
Debido a un creciente escepticismo sobre la practica de afirmar la disforia de un niño o una niña, muchos en la comunidad médica estadounidense caminan por una cuerda floja tratando de apaciguar al poderoso grupo LGBT pero también lidiando con el creciente rechazo de la comunidad y con las demandas contra médicos, hospitales y clínicas que aceleradamente recetan los medicamentos de cambio de sexo y las cirugías para menores.
Kao cita el creciente número de médicos, pacientes y denunciantes que cuestionan la lucrativa aceptación de la afirmación de género por parte de la comunidad médica sobre el enfoque tradicional de “esperar y ver” y ella percibe que esto pronostica el principio del fin.
¿Será que es solo cuestión de tiempo antes de que el flujo de detransicionadores (personas que cambian su apariencia con hormonas o cirugías y luego cambian de opinión) que cuentan sus desgarradoras historias derribe la fachada? Tal vez eso, y las costosas demandas presentadas por pacientes que no tenían la edad suficiente ni para fumar, pero que recibieron autorización médica para recibir medicamentos y cirugías irreversibles que los dejaron física y emocionalmente marcados de por vida, infértiles, estériles, calvos, incapaces de amamantar, incapaces de engendrar hijos, deprimidos, incluso llenos de pensamientos suicidas.
Chloe Cole (Aprende más en inglés) fue la primera en presentar una demanda contra aquellos que estropearon su joven cuerpo y la dañaron emocional y físicamente antes de que ella cumpliera los 16 años. Muchos otros detransicionadores han seguido su ejemplo y continúan sonando la alarma.
Te invitamos a que escuches la historia de Katie (en inglés) en el episodio de Engage Arizona.
Más y más estados están levantando un contraataque y han promulgado leyes que prohíben las medicinas y cirugías de cambio de sexo. Justo la semana pasada, un tribunal federal de apelaciones permitió que entrara en vigor una ley en Alabama que prohíbe los bloqueadores de la pubertad y las hormonas sexuales cruzadas en los niños. Alrededor de 17 estados, incluyendo Arizona, cuentan con leyes que prohíben algunos de los “tratamientos” de cambio de sexo en menores. Y por lo menos otros diez están considerando aprobar leyes parecidas.
Además, el mes pasado, 21 médicos de varios países escribieron una carta (en inglés) afirmando que las llamadas cirugías de “afirmación de género” en niños no están respaldadas por ninguna evidencia y no deben ser utilizadas por la comunidad médica.
Pero es importante no crear falsas esperanzas de que el fin del movimiento trans es inminente, y debemos considerar que esta batalla está en plena lucha y la tenemos a nuestro alrededor más cerca de lo que de lo que nos imaginamos.
El Hospital de Niños de Phoenix (en inglés) ofrece lo que a los activistas les gusta llamar “atención de afirmación de género” y lo hace descarada y orgullosamente. No buscando preservar el conocimiento científico o biológico que es lo que se espera en un hospital, sino “afanados” por impulsar la disforia en los menores. El hospital incluso proporciona enlaces a organizaciones activistas a favor del movimiento transgénero. La página web del hospital promociona el “apoyo integral de género”, consultoría sobre “medicamentos para suprimir la pubertad” y ” terapia hormonal para la masculinización y feminización”.
Los medios de comunicación lo llaman “mejores prácticas” y hablan en contra de los estados que “prohíben la atención juvenil de afirmación el género”, y aplauden a los estados que dicen que tienen “protecciones para los pacientes trans”.
Tom Horne, el Superintendente de Instrucción Pública de Arizona, emitió un aviso a las escuelas públicas en respuesta a la indignación, advirtiendo contra la participación en la agenda trans, que incluye permitir que los niños compartan vestuarios y baños con las niñas, pero algunas escuelas no pudieron evitarlo.
Una maestra en el distrito escolar de Catalina Foothills recientemente les entregó una encuesta a sus estudiantes preguntándoles qué pronombres usan, si pueden usar esos pronombres frente a los padres de los estudiantes y si querían reunirse en privado para hablar acerca de esto.
Esto es una violación directa de dos leyes estatales:
- ARS 1-602 (D) prohíbe a las escuelas “intentar alentar … un menor de edad para retener información de los padres del niño”.
- ARS 1-602(A)(3), -(A)(4), -(D). La escuela está “interfiriendo o usurpando el derecho fundamental de los padres a dirigir la crianza, la educación, la atención médica y la salud mental de sus hijos” al intentar formar una relación privada con el niño para aconsejar y dirigir la salud mental y la educación religiosa / moral del niño.
La batalla por proteger a los niños y por manifestar la verdad parece estar cambiando, pero es demasiado pronto para cantar victoria. No podemos ceder. No podemos dejar de orar. El futuro de tantas vidas está en juego.
¡Actualización sobre la vida!
La ley de Arizona que estaba en vigor antes de la decisión en el caso de Roe y que limita el aborto solo para casos en que la vida de la mujer está en riesgo tiene nuevamente la oportunidad de convertirse en ley estatal una vez más. La semana pasada la Corte Suprema de Arizona decidió que revisará una decisión de un tribunal inferior que anula efectivamente la ley a favor de la vida. Si la Corte Suprema del estado revierte la decisión del tribunal inferior, las vidas de todos los bebés en el vientre en Arizona estarán a salvo del aborto, excepto en los casos donde la vida de la madre está en riesgo.
El tribunal podría escuchar los argumentos orales en los próximos meses. Nuestra posición siempre ha sido que esta ley que estaba en vigor antes de la decisión en el caso de Roe en 1973 debería volver a entrar en vigencia ya que la decisión en el caso de Roe fue anulada y esta decisión fue lo único que impidió que se hiciera cumplir la ley en Arizona los últimos 50 años.
Y durante ese tiempo los legisladores tuvieron varias oportunidades para anular la ley, pero nunca lo hicieron. De hecho, reafirmaron su compromiso con la vida al escribir la última ley de 15 semanas, afirmando que NO deroga la ley que estaba en vigor antes a la decisión en el caso de Roe.
Nuestros amigos de Alliance Defending Freedom (ADF) están gestionando este caso (Aprende más en inglés) y nosotros te mantendremos al tanto.