Por lo general, el gobierno no puede sancionar a las personas que mantienen una postura contraria a la que ellos promueven. La discriminación por puntos de vista diferentes, es inconstitucional. Pero eso es exactamente lo que está sucediendo en ciudades y estados de todo el país. El gobierno está silenciando a algunos consejeros con licencia que ayudan a personas que luchan con la atracción de personas del mismo sexo o personas que tienen problemas de identidad de género, mientras que apoyan a los que están en contra de esto.
Este viernes la Corte Suprema de los Estados Unidos podría decidir si escuchará argumentos sobre un caso que determinará si las leyes que prohíben a los consejeros dar tratamiento a menores que luchan contra la atracción no deseada hacia el mismo sexo o problemas de identidad de género son inconstitucionales.
En el caso de Tingley v. Ferguson, un consejero matrimonial del estado de Washington está pidiendo a la Corte que escuche su caso y revoque un fallo de la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito en su contra. Brian Tingley está desafiando una ley estatal que tiene como fin prohibirle dar consejería a sus clientes sobre la sexualidad, a menos de que sea el tipo de terapia que el gobierno aprueba. En pocas palabras, estas prohibiciones de consejería les dicen a los terapeutas con licencia que no pueden aconsejar a los clientes sobre la atracción hacia el mismo sexo o los problemas de identidad de género a menos que estén afirmando la agenda LGBT.
Los activistas llaman a estas prohibiciones “prohibiciones de terapias de conversión” basadas en prácticas obsoletas y cuestionables que no se han utilizado en décadas. La terapia de hoy en día, y lo que está siendo prohibido, es el mismo tipo de terapia de conversación que se usa para tratar la depresión o la ansiedad.
Por lo general, estas prohibiciones consideran que proporcionar “terapia de conversión” a un menor es una conducta poco profesional. Luego definen la “terapia de conversión” como cualquier práctica o tratamiento que busca cambiar, eliminar o reducir comportamientos, atracciones o sentimientos relacionados con la orientación sexual o la identidad de género. En esencia, hablar sobre la atracción no deseada hacia personas del mismo sexo o la confusión de género se considera una conducta criminal. Algunas leyes excluyen del castigo cualquier esfuerzo por afirmar tales comportamientos.
Estas prohibiciones violan los derechos de libertad de expresión del terapeuta, del cliente y de los padres del menor de edad. Sin embargo, más de 22 estados han aprobado tales prohibiciones. Aquí en Arizona, el condado de Pima tiene una prohibición de consejería en vigor y ha habido varios esfuerzos en los últimos años para aprobar una prohibición en todo el estado.
Estas prohibiciones de consejería restringen la libertad de las personas para determinar sus objetivos terapéuticos. Todos, incluidos los menores, deben ser libres de encontrar terapia y apoyo para ayudarlos a alcanzar los objetivos terapéuticos deseados. Estas prohibiciones les niegan esa libertad. Varias personas que asistieron con éxito a terapia por atracción no deseada hacia personas del mismo sexo testificaron ante un grupo de legisladores de Arizona en el 2022 sobre la libertad que experimentaron después de completar la terapia. Una mujer habló de como ella recibió sanidad, siendo que venía de una infancia devastadora durante la cual su madre la prostituyó con fines de lucro. Ella dijo que la terapia la ayudó a sanar del trauma y la consiguiente atracción no deseada hacia personas del mismo sexo.
En el caso de Tingley, él podría recibir una multa de hasta $5,000 por cada ofensa y posiblemente perder su licencia. El reciente fallo de la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito lo pone en desacuerdo con el fallo de la Corte del 11º Circuito en contra de tales prohibiciones. Esta decisión dividida sobre el tema hace que sea más probable, pero no seguro, que la Corte Suprema de los Estados Unidos tome el caso y resuelva el problema.
No le corresponde al gobierno dictar cómo un individuo debe manejar la atracción no deseada hacia personas del mismo sexo o las preocupaciones de identidad de género. Depende de los padres tomar esas decisiones por sus hijos. Del mismo modo, el gobierno no debería decirles a los consejeros profesionales de qué pueden y de qué no pueden hablar.
Nuestros amigos de Alliance Defending Freedom (Aprende más en inglés) (ADF por sus siglas en inglés) están representando a Tingley y están pidiendo oraciones mientras que la Corte considera si tomará el caso.
Si deseas más recursos sobre este tema te recomendamos a Garry y Melissa Ingraham quienes brindan asesoramiento y recursos basados en la Biblia para aquellos que luchan con la atracción no deseada hacia personas del mismo sexo y otros problemas a través de Love & Truth Network (Aprende más en inglés).