“Hoy hay niños que están celebrando sus cumpleaños… que están aprendiendo a hablar, que tienen vida. Cuentan chistes, se ríen, caminan, todo gracias a la decisión en el caso de Dobbs que hizo posible que ciertos estados promulgaran leyes para proteger a los bebés en el vientre y a las mamás”.
Esta cita de Ryan T. Anderson nos recuerda que, en medio de lo que puede parecer una batalla desalentadora contra la expansión del aborto, la bendición de haber salvado todas estas pequeñas vidas en todo el país representa claras victorias en el camino.
Anderson, presidente del Centro de Ética y Políticas Públicas, y coautor de Tearing Us Apart: How Abortion Harms Everything and Solves Nothing, participó en nuestro taller virtual a principios de este mes sobre el camino que viene por delante para el movimiento a favor de la vida. Te invitamos a que escuches el audio completo del taller (en inglés).
Anderson expuso ocho puntos que el considera que el movimiento debe abordar sobre el panorama en el que nos encontramos después de la decisión en el caso de Dobbs:
1-El incrementalismo
La revocación de la decisión en el caso de Roe no nos llevó de vuelta a 1973. Cincuenta años y varias generaciones viviendo bajo esta decisión (Roe v. Wade) han llevado a los estadounidenses a creer que el aborto es un derecho y que los bebés no nacidos no tienen derechos, señaló Anderson, “Entonces, si bien el trabajo que la decisión en el caso de Dobbs hizo para reparar el daño a nuestro orden constitucional fue importante, no pudo borrar medio siglo de corrupción política, social y cultural. Lo que quiere decir simplemente que ahora debemos practicar el incrementalismo”.
Anderson dijo que tenemos que ser sabios acerca de las leyes que impulsamos para que sean aprobadas: “Nuestro objetivo hoy en día no debe ser simplemente aprobar leyes que den la mayor protección posible, sino leyes que den la mayor protección y que pueda resistir los esfuerzos para derogarlas”.
El objetivo es moldear la opinión pública a través de nuevas leyes duraderas.
2-El valor político
Ahora las llamadas élites políticas a favor de la vida muestran sus verdaderas intenciones ya que no pueden usar la decisión en el caso de Roe como una excusa. Muchos en esta élite no están dispuestos a guiar a la nación en una dirección que honre la vida. Y hemos visto como muchos prefieren mantenerse callados ante el peso de este tema tan controversial.
Aun así, Anderson nos hizo ver que hay muchos políticos a favor de la vida verdaderamente comprometidos: “Por el contrario, ni un solo funcionario electo a favor de la vida ha perdido la contienda de reelección. Todas y cada una de las veces que un político a favor de la vida ha buscado la reelección, lo ha logrado. Y si nos fijamos en los gobernadores que firmaron proyectos de ley, todos ellos lograron ser reelectos”.
Anderson comentó que se necesitan valientes políticos a favor de la vida que estén dispuestos a usar su influencia para contrarrestar el mensaje a favor del aborto de los activistas y los medios de comunicación: “Es mucho más fácil para un senador o un gobernador tener acceso a los medios de comunicación, dar conferencias de prensa, y tener la oportunidad de refutar las mentiras. Pero desafortunadamente, el liderazgo político de los gobernadores, de los senadores, de los congresistas, de los funcionarios electos, que realmente estuvieron dispuestos a usar sus plataformas para contrarrestar el mensaje a favor del aborto brillaron por su ausencia en muchos de los estados”.
Anderson continuó diciendo que la cobardía prevalece en este año electoral: “Muchos de nuestros líderes políticos simplemente se están retirando del campo de batalla. Sí, es verdad. Necesitamos ganar elecciones, pero necesitamos ganar elecciones sin pasar a traer la causa a favor de la vida”.
3-La realidad de la opinión pública
Es necesario que los políticos defiendan la vida con valentía porque esto ayuda a moldear la opinión pública, comentó Anderson: “Las personas a favor de la vida, en su mayoría, fueron excluidos o se vieron obligados a callar dentro de muchos de los sectores de la élite social. El único sector de la élite social en el que se puede estar a favor de la vida sin perder el cuello es la política. En particular el Partido Político Republicano. Y es necesario que esas personas hablen de manera inteligente, compasiva, audaz y persuasiva para cambiar la opinión pública”.
Desafortunadamente, la mayoría de los estadounidenses están a favor de los abortos electivos al menos durante el primer trimestre. Si se le da a elegir al público entre la prohibición total del aborto o la autorización del aborto durante todo el embarazo, la autorización del aborto gana. Anderson señaló que incluso aquellos que dicen estar a favor de la vida votan a favor de enmiendas radicales sobre el aborto.
Anderson comentó: “Las encuestas de Ohio mostraron que un tercio de los votantes a favor del aborto decían ir a la iglesia al menos una vez a la semana. Un número récord, 69%, de los estadounidenses dice que el aborto debería ser legal en los primeros tres meses de embarazo en general. También un número récord, 34%, dice que el aborto debería ser legal bajo cualquier circunstancia. Un número récord, el 52%, dice que el aborto es moralmente aceptable, y eso es diez puntos más alto de lo que había sido el promedio histórico”.
4-El compromiso personal
La decisión en el caso de Dobbs obligó a los estadounidenses a enfrentar las consecuencias de sus reclamos a favor de la vida. Anderson dijo: “Antes de la decisión en el caso de Dobbs, nadie tenía un compromiso personal en términos de que se le negara un aborto. Por lo tanto, era más fácil afirmar de manera abstracta la dignidad del niño en el vientre materno cuando no costaría nada en términos de que la elección se limitara o se negara, porque la decisión en el caso de Roe impedía que costara nada”.
Anderson señaló, que ahora incluso aquellos a favor de la vida tiene que afrontar las consecuencias de estar a favor de la vida y esta es una triste realidad, “¿Qué en caso de una violación, un incesto, cuando hay que salvar la vida de una madre, en mi caso, en el caso de mi hija o en el caso de mi novia? Durante 50 años, los estadounidenses construyeron sus vidas en torno a la fácil disponibilidad del aborto. Y así, incluso cuando las personas saben que los abortos le ponen fin a un corazón que late, a muchas personas simplemente no les importa, o no están dispuestas a hacer los sacrificios personales necesarios para salvar y cuidar al bebé. Y esto es debido a que han construido sus vidas sexuales en torno a la realidad que no tienen que preocuparse por ese niño en el vientre”.
5-Un panorama más amplio
Debido a que el apoyo al aborto es formado por los hábitos sexuales, Anderson dijo que: “El movimiento a favor de la vida necesita estar tan bien informado acerca de cómo es que el aborto daña a las mujeres, cómo daña a las personas al borde de la vida, a las personas con discapacidades, cómo daña a los niños no nacidos, cómo daña a las minorías raciales, cómo ha dañado la práctica de la medicina, cómo ha debilitado la política, el estado de derecho, cómo ha dañado la cultura, cómo daña la economía, etc., para que de esta manera podamos mostrar un panorama más amplio de cuáles son los problemas subyacentes con el aborto, más allá de matar al bebé”.
Anderson señaló el hecho de que “todos los estados que tienen leyes que protegen la vida en el vientre materno, también aprobaron leyes que ampliaron el apoyo para las madres embarazadas, para las nuevas madres y para sus bebés recién nacidos”. Enfatizó que tenemos que aprender a elaborar este tipo de leyes de una manera que no debilite la institución del matrimonio.
6-El dinero y las instituciones
Debido a que la revolución sexual endureció los corazones y las mentes con respecto a la vida, Anderson aclaró que necesitamos nuevas instituciones que estén “a favor de la cordura sexual”, no solo un movimiento a favor de la vida, “Mientras se practique el sexo fuera del matrimonio, el aborto será visto como una anticoncepción de emergencia. Por lo tanto, el mayor desafío al que nos enfrentamos no es tanto persuadir a la gente sobre la humanidad de los no nacidos. Ese es un trabajo importante. Pero en mi opinión, el trabajo aún más profundo está en cambiar la forma en que las personas llevan sus vidas sexuales”.
Anderson admitió que el movimiento a favor de la vida es superado en iniciativas electorales estatales, grupos nacionales y fundaciones. Él desafió a aquellos que Dios ha bendecido con recursos, a hacer donaciones significativas y: “Realmente piensen cuidadosamente sobre cómo llevan a cabo su vida filantrópica”.
7-El trabajo en equipo
Anderson hizo un llamado a los grupos a favor de la vida para que eviten “las luchas internas” y trabajen juntos; que, en lugar de competir, colaboren y formen asociaciones, “Mi consejo es que, en la medida que sea posible, debemos dejar de atacarnos unos a otros. Tenemos que resolver nuestros desacuerdos en privado. Levanta el teléfono, haz una llamada de Zoom. Haz un viaje. Haz lo que sea necesario para resolver las diferencias de manera que podamos formar estrategias comunes. Simplemente no hay suficientes obreros, y no hay suficientes recursos para perder el tiempo o recursos en desacuerdos internos”.
8-Una visión más amplia
Después de hablar mucho sobre estrategia y política, Anderson se centró en el panorama general: “Necesitamos ver el aborto no principalmente como un tema político o legal, sino ante todo como un tema espiritual, lo que significa que la iglesia realmente necesita levantar la voz. No puede ser opcional si vamos a defender o no, la verdad sobre el ser humano hecho a imagen y semejanza de Dios. Y creo que esto realmente significa que la iglesia necesita levantar su voz”.
Las encuestas muestran que el 70% de las mujeres que han tenido abortos se identifican como cristianas; El 36% de esas mujeres dijeron asistir a la iglesia al menos una vez al mes. De ellas, la mayoría dijo que su iglesia no influyó en su decisión de abortar.
Anderson hizo un llamado a las iglesias para que piensen en su papel en términos de enseñar y ministrar a sus miembros de una manera sistemática y sistémica con respecto al don de la vida, “Y debe comenzar desde una edad temprana y no solo en la cuestión a favor de la vida, sino la vida en el vientre… ¿Cómo nos describimos a nosotros mismos como criaturas hechas a imagen y semejanza de Dios? ¿cómo criaturas hechas hombre o mujer, y creados el uno para el otro?, no para aventuras de una noche, no para la cultura del ligue, ¿pero creados para el matrimonio? Me parece que esa es la pregunta clave en este momento y que, en última instancia, es una cuestión espiritual y que, por lo tanto, necesitamos que la Iglesia levante su voz”.
Anderson expuso cada uno de estos puntos en nuestro taller virtual, y el pastor Seth Troutt de la Iglesia Ironwood también participo en esta discusión. Te invitamos a que escuches el audio completo del taller (en inglés). No te lo puedes perder.