El don de la vida…

El valor de la familia…

El diseño original, hombre y mujer…

Todos estos son valores morales, antes que nada, y han sido fundamentos bíblicos mucho antes de que se consideraran cuestiones políticas. Hacerlos meramente políticos permite a los cristianos abdicar de su deber tanto para con Dios como para con la sociedad.

El pastor Gary Hamrick, de Cornerstone Chapel, Leesburg, Virginia, mencionó esto en una reciente predicación (en inglés), diciendo: “El hecho es que la cultura ha secuestrado la narrativa sobre temas sociales y morales que la Biblia tiene implementado y luego la cultura ha tergiversado, distorsionado y pervertido esos temas sociales y morales en problemas políticos”.

Tal vez por eso es que supuestamente 41 millones de cristianos dicen que no votarán en las próximas elecciones. Ese número podría cambiar fácilmente el resultado de las elecciones y así también la trayectoria de la política, la vida y la sociedad en Los Estados Unidos para reflejar mejor los valores de la Palabra de Dios. No perfectamente, pero sí mejor.

El reciente estudio (aprende más en inglés) realizado por el Centro de Investigación Cultural de la Universidad Cristiana de Arizona (ACU por sus siglas en inglés) muestra la apatía que hay entre los votantes cristianos. El presidente de ACU, Len Munsil, ve dos conclusiones: “Primero, que los cristianos podrían ser el factor decisivo en muchas de las contiendas federales y estatales, y prefieren no serlo. Y segundo, que anhelan que su iglesia local los instruya sobre cómo pensar bíblicamente sobre las leyes y la política. No quieren que les digan cómo votar, pero sí quieren saber por qué deben votar y cómo ver los temas políticos desde una cosmovisión bíblica”.

Si eso es muy cierto, Hamrick dice que una respuesta positiva a esto podría cambiar el rumbo de nuestro país.

“Podemos cambiar Estados Unidos no porque creamos en el nacionalismo cristiano. Ese es un término despectivo que la izquierda ha lanzado a la iglesia porque nos acusan de tratar de convertir a Estados Unidos en una teocracia. No me hago ilusiones. No seremos una teocracia hasta que Jesús venga de nuevo. Ahí es cuando realmente seremos una teocracia en el mundo. Pero yo digo que podemos cambiar a Estados Unidos simplemente porque nosotros, como cristianos, amamos a Dios y amamos a nuestro país. ¿Qué hay de malo en eso? Amamos a Dios. Amamos a nuestro país. Y creemos en la Palabra de Dios. Entendemos la importancia de la libertad religiosa y de los valores de los que habla la Biblia”.

Esos valores se traducen en políticas reales. Te invitamos a que consideres los siguientes puntos:

  • La defensa del don la vida: Dios odia el derramamiento de sangre inocente. Debemos elegir líderes que prioricen la protección de la vida no nacida. Cada voto ayuda a luchar contra las políticas que promueven el aborto.
  • El poder judicial: Los jueces dan forma a las leyes sobre la familia, la vida y la libertad religiosa. En el caso de los jueces federales, es el presidente quien los postula y el Senado quien los confirma. En el caso de los jueces estatales, es el gobernador quien selecciona a los jueces. Votar nos permite elegir candidatos que nombrarán jueces a favor de la vida y a favor de la libertad religiosa. Si no votamos esto permitirá a aquellos en contra de estos principios, nombrar jueces que darán forma a nuestras leyes durante décadas.
  • La seguridad fronteriza: Una frontera segura garantiza que las personas ingresen de manera legal y segura. Podemos elegir líderes que hagan cumplir políticas seguras y ordenadas para ingresar al país. Las políticas fronterizas débiles conducen a la anarquía, el sufrimiento y la muerte.
  • Israel: Necesitamos líderes que apoyen a Israel y brinden un apoyo inquebrantable. Los candidatos que no protegerán a Israel ponen en riesgo esta alianza crítica.
  • La libertad religiosa: A medida que aumenta la intrusión del gobierno en la religión, necesitamos líderes que defiendan nuestro derecho a seguir la Palabra de Dios y cumplir con la garantía de la Primera Enmienda de que podemos ejercer libremente nuestras creencias. Si no votamos, corremos el riesgo de perder nuestras libertades religiosas debido a la extralimitación del gobierno.
  • El diseño original: Dios creó al ser humano hombre y mujer. Las agendas radicales están atacando esta verdad, especialmente en las escuelas. Están asechando contra nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos. Debemos votar por candidatos que protejan la realidad biológica y salvaguarden a los niños de ideologías dañinas.
  • La familia: El Salmo 127 nos dice que los niños son una herencia del Señor. En las últimas décadas, los derechos de los padres se han erosionado lentamente. Votar nos permite elegir candidatos que defenderán el derecho de criar a nuestros hijos de acuerdo con nuestros valores. Y no votar a favor de otorgar esa facultad y poder al gobierno.

Saber que estas políticas afectan realmente a las personas y que además tienen el potencial de promover o bloquear principios piadosos; nos debe ayudar a reconocer que como cristianos tenemos, no solo el derecho, sino el deber de participar, informarnos y votar.

La decisión del voto va más allá de la personalidad, estamos hablando de medidas propuestas y el efecto que dichas medidas tendrán en nuestras familias y nuestras comunidades.

Mantenerse al margen de esta elección, o de cualquier elección, no es una opción.  Al abstenernos, emitimos nuestro voto involuntariamente.

Tu voto tiene el poder de mejorar vidas, promover los valores bíblicos, defender el bien común y proteger a aquellos que no pueden emitir su propio voto. ¡Honra a Dios con tu voto y a participa de este gran privilegio!

 

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